PARECE MUCHO
Por Guillermo Cieza
«Hay un contrapunto entre la realidad sufriente y embroncada que viven los de abajo, y el delirio fantástico de los que gobiernan».
13 de febrero de 2024 | Fuente: Tramas | Foto: France 24
Advierto con sorpresa que el Papa Francisco recibe un abrazo del presidente argentino, dándole una foto que pasará a la historia. Foto que también utilizará el oficialismo, para acallar las críticas de distintos sectores de la Iglesia Argentina y confundir un poco más a los fieles católicos. Quienes defienden al Papa sostienen que se trata de una estrategia de Francisco para ablandar el corazón del presidente. Y hacen votos para que eso ocurra.
Veo fotos de Milei llorando en el Muro de los Lamentos y no puedo menos que acordarme de Quico, el personaje de “El Chavo del 8”, que fingía a llorar para sacar ventaja. Días después veo al presidente enfiestado, en el mismo lugar, y me pregunto si nos están tomando el pelo.
El mismo día que Milei vuelve a proclamar que va a trasladar la embajada argentina a Jerusalem, leo que el número de lxs palestinxs muertxs, la tercera parte niños y niñas, ya superaron los 25.000; que el gobierno de Netanyau es condenado en el Tribunal en la Haya y advierto que hasta los más estrechos aliados de Israel, Estados Unidos y la UE , quieren despegarse del genocidio.
Se terminó de completar el robo del avión venezolano, por parte de Estados Unidos, en nuestro territorio. Contó con la complicidad inicial de Alberto Fernández y ahora la luz verde de Villarruel, presidente a cargo mientras se concretaba el despojo. El país quedó embretado en un conflicto internacional, con futuros juicios incluídos, que enturbia las relaciones con todo Latinoamérica, China, etc.
La fantasía que nos va muy bien en el mundo porque somos los mejores alcahuetes de potencias en decadencia, puede tener el mismo final trágico de los que festejaban haber sido invitados a ser parte de la corte de Maria Antonieta, unos años antes de la Revolución Francesa.
Esta confusión en la percepción de la realidad parece haber afectado a la cúpula de la fuerza opositora más poderosa que sigue acéfala. La ex vicepresidenta se ha llamado a silencio y el ex presidente se fue a vivir a Madrid. De hecho, la posibilidad de articular alguna resistencia desde ese sector ha recaído en el gobernador Axel Kicillof. A falta de otros enemigos visibles, el gobierno de Milei ha declarado como enemigos públicos a los dirigentes de la CGT y a los gobernadores, espacios institucionales donde habitan numerosos dirigentes que han sido colaboracionistas con todos los gobiernos neoliberales.
La contracara de la disociación política que se vive en el gobierno y sus inmediaciones, es la desesperación de millones de familias por llegar fin de mes, el golpe de los despidos, el cierre silencioso de pequeñas empresas y comercios que no pueden afrontar los nuevos costos de alquiler y de tarifas, la paralización de la obra pública, las ollas vacías de los comedores populares, el aumento de la desocupación y de lxs que viven en la calle, el crecimiento de la violencia intrafamiliar y vecinal, el deterioro de las viviendas y el sistema público de salud, las dudas sobre el inicio del nuevo ciclo escolar.
Hay un contrapunto entre la realidad sufriente y embroncada que viven los de abajo, y el delirio fantástico de los que gobiernan. Por ahora, la actuación del aparato represivo está poniendo algunos límites a las multitudes. Las movilizaciones por la Ley Omnibus dejaron un saldo de 350 heridos, que incluyen 35 periodistas y miembros de organizaciones de derechos humanos.
De la misma manera que la política aborrece el vacío, la ausencias organizativas son cubiertas, al menos preventivamente, por un rebote del movimiento asambleario. Como bien nos enseñó 2001, las asambleas son como las hierbas que cubren el suelo desnudo, muy útiles para la emergencia, pero indicadoras e insuficientes para proyecciones estratégicas (los mejores pastos).
Estos parecidos no nos conducirán necesariamente a una repetición del 19 y 20 de diciembre del 2001. Las fuerzas represivas han acumulado experiencia y están provistas de armamento más sofisticado. El pueblo está más fragmentado, pero también más exasperado. De la Rúa era un politiquero burgués y asustadizo. Milei es un mesiánico que puede emocionarse ante la perspectiva de un baño de sangre. El sacerdote Eduardo de la Serna hizo un comentario sobre los versículos del Capitulo 32 del Exodo, del Antiguo Testamento, difundidos por Milei. Uno de ellos, que hace referencia a la condena de Moisés a los miembros de su pueblo que adoraron a un vellocino de oro, dice textualmente: “Moisés grita pidiendo que se le unan los que defienden a Yahvé lo cual hace la tribu de Levi y, entonces, deben matar a todos (matan “unos 3.000”).
La figura de Milei le ha agregado a la crisis argentina la desmesura. ¿Puede imaginarse una salida de esta crisis que no sea desmesurada?