A 55 AÑOS DEL INICIO DE LA LUCHA ARMADA DEL MIR EN PERÚ. 9 DE JUNIO 1965-2020
«El accionar guerrillero del MIR en las serranías del Cuzco y Junín, tuvo un gran impacto en la opinión pública nacional e internacional y en las organizaciones políticas».
LA HORA DE LAS ARMAS
HACE CINCUENTA Y CINCO AÑOS, el 9 de junio de 1965, el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), dio inicio a sus acciones de lucha armada en el Perú.
Fue su columna guerrillera, que tomó el nombre de Túpac Amaru, al mando del comandante Guillermo Lobatón Milla, miembro del Comité Central del MIR, la que entró en acción en la provincia de Concepción, departamento de Junín, en la sierra central del país.
En el Cusco, se encontraba otra columna guerrillera, la Pachacútec, dirigida por el Secretario General del MIR, comandante Luís de la Puente Uceda.
La Túpac Amaru irrumpió, ese día, con un sorpresivo, rápido y bien planificado operativo guerrillero, destinado a tomar objetivos civiles y policiales, previamente determinados.
De acuerdo al boletín de guerra N° 1 de la propia guerrilla y a las versiones periodísticas de la prensa nacional, se informó que al amanecer del día miércoles 9 de junio, 60 guerrilleros vestidos con uniformes verde olivo, interceptaron un camión en el lugar de Chapicancha en el que se dirigieron a la mina Santa Rosa, entre Andamarca y Comas. Redujeron a los vigilantes, tomaron las instalaciones y se llevaron gran cantidad de explosivos, mechas, fulminantes, linternas, radios receptores y vituallas. Antes de retirarse repartieron entre los obreros de la mina todos los víveres que había en los almacenes de la empresa.
Para cubrir su retirada, los guerrilleros, volaron los puentes de concreto de Marayniyoc y Canchapalca en la carretera Concepción – Satipo, y se dirigieron a la hacienda Runatuyo, propiedad de la transnacional Sociedad Ganadera del Centro. La tomaron y confiscaron carabinas, municiones y alimentos. Convocaron a los campesinos de la zona, y les repartieron varios quintales de quesos y alimentos diciéndoles: “Ustedes son nuestros hermanos. Tienen que comer lo que les hemos quitado a los ricos”.
Simultáneamente, otro grupo de la columna guerrillera se encargó de atacar el puesto de la Guardia Civil de Andamarca, obtuvieron más armas, municiones, radios y equipos varios. Tomaron prisioneros a un sargento y dos policías que no tuvieron tiempo para huir. Realizaron un mitin en la plaza de armas con gran concurrencia de gente en la que se expuso el significado y los alcances de la acción armada emprendida por el MIR.
En su retirada, los guerrilleros tomaron otro puesto de la Guardia Civil en Santo Domingo de Acobamba, apropiándose de variadas armas. Después emprendieron marcha de repliegue a su base en Inti Yalhamuy (Sol Naciente). Terminaban la jornada casi sin necesidad de disparar un tiro, sin que se produjeran bajas de uno ni otro lado. Fue un operativo limpio.
El comandante Lobatón, jefe de la guerrilla Túpac Amaru, diría en su informe escrito fechado el 20 de junio:
“Nuestra primera acción salió como dibujada… Se hicieron mítines y repartos de víveres de los depósitos, así como en todo el camino en el camión que capturamos y que devolvimos en perfectas condiciones (el propietario y conductor del camión, Augurio Rosales, declaró días después a los periodista en Huancayo que el jefe de los guerrilleros al despedirse sacó de su bolsillo un billete de 100 soles y se lo entregó diciéndole: ‘Tome, para la gasolina’. Nota del redactor). Todo el día siguiente quedamos dueños de nuestra zona de influencia que es amplísima y comprende varios distritos y muchas comunidades.”
COMPROMISO Y PROGRAMA
En Lima, Huancayo y otras ciudades del país comenzó a circular una proclama firmada por el comandante Guillermo Lobatón Milla en la que se daba a conocer las exigencias de los guerrilleros de la Túpac Amaru. Estas exigencias se ajustaban al Programa general que el MIR había aprobado previamente. Veamos un fragmento de dicha proclama:
“Desde Inti – Yalhamuy, en el momento mismo de dar a conocer nuestras acciones, ante el pueblo nosotros juramos luchar hasta las últimas consecuencias, hasta el sacrificio de nuestras vidas:
A.- POR UNA AUTÉNTICA REFORMA AGRARIA CON:
1) Liquidación sin indemnización de los latifundios.
2) Tierra gratis para los campesinos pobres.
3) Más y mejores tierras gratis para las comunidades.
4) Crédito, tecnificación, escuelas, hospitales, etc.
Para todos los campesinos.
B.- POR LA EXPULSIÓN DE IMPERIALISMO PARA:
1) Para la recuperación de nuestra soberanía nacional.
2) La recuperación de la Brea y Pariñas y de todas nuestras riquezas en manos de empresas extranjeras.
3) Establecer relaciones con todos los países del mundo.
C.- PARA HACER DEL PAÍS UN PERÚ RICO, FUERTE Y MODERNO MULTIPLICANDO SU PRODUCCIÓN MEDIANTE EL DESARROLLO DE LA INDUSTRIA.
D.- MEJORAMIENTO DEFINITIVO E IRREVERSIBLE DE LA CLASE OBRERA Y DE TODOS LOS EXPLOTADOS DE LA CIUDAD, MEDIANTE:
1) La reforma urbana.
2) El salario vital y móvil para obreros y empleados públicos y privados,
3) La gratuidad de la enseñanza en todos sus niveles: Primaria, Secundaria y Superior.
4) La multiplicación de las posibilidades de trabajo para todos, desarrollando el país en todos sus aspectos.
E.- PROTECCIÓN DE LA INDUSTRIA NACIONAL, COMERCIO Y CLASE MEDIA, MEDIANTE:
1) La nacionalización del comercio exterior.
2) La nacionalización de los bancos y de todas las instituciones de crédito.
3) La liquidación de todos los monopolios. En esta hora –que nosotros haremos decisiva- le decimos a nuestro pueblo: la lucha es contra los grandes hacendados, contra los grandes burgueses y contra el imperialismo yanqui.”
El accionar guerrillero del MIR en las serranías del Cuzco y Junín, tuvo un gran impacto en la opinión pública nacional e internacional y en las organizaciones políticas. Así, por ejemplo, Américo Pumaruna, seudónimo de un conocido militante de izquierda peruana, crítico y opuesto al MIR, llegó a reconocer lo siguiente en un escrito que publicó en 1966:
“…el 9 de junio de 1965, comenzó la acción armada con una ofensiva guerrillera. El país se conmovió hasta sus cimientos… a un nivel que no conocía la historia revolucionaria peruana. De las declaraciones de la tinta y el papel se había pasado a los hechos. Nadie podía ya tener dudas de que efectivamente el MIR estaba cumpliendo con la palabra empeñada” y para demostrarlo, ahí estaban “los acontecimientos que espectacularmente sacudían al país.”
QUIÉN ERA QUIÉN EN EL PERÚ DE 1965
En junio de 1965, el Presidente de la República era Fernando Belaunde Terry, Jefe de Acción Popular, que compartía el Poder Ejecutivo con la Democracia Cristiana (La Alianza AP-DC).
El Congreso de la República se lo repartían el Apra, el partido del ex dictador Odría (UNO) y otro del oligarca y ex Presidente de la República, Manuel Prado (MDP). De esta forma se instauró una súper convivencia que tomó el nombre de Coalición Nacional. El Presidente del Senado era, nada menos, que el líder aprista Ramiro Prialé.
El Ministro de Gobierno y Policía (ahora Ministerio del Interior) era un marino, el Capitán de Navío Miguel Rotalde de Romaña. El ministro de Guerra, el General E.P. Humberto Luna Ferreccio. El Ministro de Marina, Vicealmirante Florencio Texeira, y el Ministro de Aviación, el General FAP Carlos Granthon. ¡Qué tales apellidos!
La Guardia Civil envió a la zona de operaciones al Coronel G.C. Benjamín Zapata, jefe de la expedición policial a la selva, y la Policía de Investigaciones destacó al Inspector Hércules Martans Garro. Ese era el equipo encargado de dirigir y coordinar las operaciones contrainsurgentes.
SENSACIONALISMO Y FRIVOLIDAD
En el mes de julio, a pocos días de iniciadas las guerrillas del MIR, mientras eran sepultados los policías caídos en la emboscada de Yahuarina preparada por los guerrilleros, bajo la dirección del comandante Máximo Velando Gálvez, y los mandos militares planificaban las acciones de represalia contra el MIR, sucedía que:
1. Las limeñas y limeños seguían con avidez el drama pasional de una bella mujer alemana, Ingrid Schwend de Oliviera, que era juzgada por el asesinato del ciudadano español José Manuel Sartorius.
2. Otro caso que acaparaba el interés la sociedad limeña era el de Milagritos Mujica Diez Canseco, hija de Manuel Mujica Gallo (dueño de los museos del oro y de las armas) que se fugó con su novio, el ex diplomático peruano Arturo Lecca Ceroni, para casarse en los Estados Unidos, debido a la cerrada oposición de sus padres.
3. Por otro lado, se daba con bombos y platillos la presentación en sociedad de las jovencitas de la oligarquía en el exclusivo club Nacional, en el llamado Baile de las Debutantes. Ahí estaban Felipe de Osma, Presidente del Club, y Gonzalo Garland, organizador de tan rimbombante evento, recibiendo a las nerviosas chicas, cuando irrumpió en plena plaza San Martín, frente al local del club, una bulliciosa contramanifestación de jóvenes demócratas cristianos lanzando sus consignas al retumbar de un sonoro bombo. Por otro lado, se escuchó la potente explosión de un petardo (que fue más de ruido que de dinamita) arrojado por desconocidos, provocando verdadero pánico entre los asistentes.
OTROS ACONTECIMIENTOS EN 1965
Pero no todo era algazara festiva en la Lima de entonces. En esos días el mundo intelectual se conmovía ante la repentina muerte de Sebastián Salazar Bondy, el autor de “Lima la horrible”, reconocido poeta, escritor, dramaturgo, crítico, periodista y promotor cultural. También disconforme y rebelde ciudadano, dirigente de la organización de izquierda Movimiento Social Progresista.
En esos días, en los cines Country y Tauro, del centro de Lima, el público hacía largas colas disputándose una entrada para ver la película “Zorba el griego” con la gran actuación de Anthony Quinn y la impresionante Irene Papas y la inolvidable música de Theodorakis.
Y en la escena internacional, preocupaba en los medios izquierdistas el derrocamiento del Presidente argelino Ben Bella, héroe de las luchas contra el colonialismo francés, por el levantamiento de su cercano colaborador, el coronel Boumediene.
LEYES REPRESIVAS PARA LA HISTORIA
Todo eso y mucho más pasaba en el Perú y en el mundo mientras los guerrilleros del MIR enfrentaban la contra ofensiva militar más brutal después que el gobierno de Belaunde promulgara leyes para reprimirlos, leyes que habían sido aprobadas por el parlamento, donde la Coalición de apristas, odriistas y pradistas, tenía mayoría absoluta.
1. Así, se dictó una ley autorizando la participación directa de miles de efectivos de las fuerzas armadas en la lucha anti guerrillera teniendo como auxiliares a los cuerpos policiales.
2. Se promulgó la Ley 15090 declarando traidores a la patria a los guerrilleros y por tanto merecedores de la pena de muerte (Esta disposición se aplicó con tal “eficiencia” que ningún guerrillero del MIR y del ELN que, ese año, actuaron en las columnas Pachacútec, en el Cuzco; Túpac Amaru, en Junín, y Javier Heraud, en Ayacucho, quedaron con vida (con una o dos excepciones), y sus cuerpos fueron desaparecidos. En esa época no había una Comisión de la Verdad.
3. La ley 15091, mediante la cual se autorizó al Ejecutivo a establecer un fondo especial para Bonos de la Defensa Nacional, por 200 millones de soles (de esa época), para financiar la represión contra los guerrilleros. Las grandes empresas se apresuraron a adquirirlos de inmediato. Una de ellas fue la Southern Perú Copper Corporation (la misma del actual problema de Tía María). Y el Apra, con su Secretario general Armando Villanueva y su tesorero Arnaldo Alvarado, no se quedó atrás en la adquisición de esos bonos de la muerte.
SOFOCLETO EN SUS COLUMNAS
Como dato paradógico se puede consignar que, precisamente en los días que el diario Correo, de propiedad del magnate pesquero Luís Banquero Rossi y bajo la dirección del conocido periodista Mario Castro Arenas, informaba profusamente sobre las acciones guerrilleras de Guillermo Lobatón en la sierra central, en esas mismas páginas, escribía el humorista Luís Felipe Angell, popularmente conocido como Sofocleto. Su entrega periodística diaria tenía como título: “Sofocleto en dos columnas”.
Tres años antes, Lobatón y Sofocleto se habrían encontrado en Cuba, cuando el humorista tuvo una cuestionada participación en la gestión de becas para estudiantes que querían viajar a la Isla. También Sofocleto estuvo, en un inicio, con el grupo de compañeros que después conformaron el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en el que participó Guillermo Lobatón antes de incorporarse al MIR. Como no recordar que este personaje fue uno de los dirigentes del Frente de Liberación Nacional (FLN) con el cura Salomón Bolo Hidalgo. Sorpresas te da la vida.
INTERVENCIÓN DE LA CIA Y LA REPRESIÓN
Entre junio del 65 y enero del 66, fue una época de intensa actividad guerrillera. En esos siete largos meses, los guerrilleros del MIR, bajo la conducción de Guillermo Lobatón y Máximo Velando, libraron una heroica lucha contra poderosas fuerzas armadas que, para combatir a los revolucionarios, recurrieron a la intervención de asesores de la CIA y especialistas yanquis, aplicando tácticas criminales de “guerra sucia” y “tierra arrasada”.
Apresaron, torturaron y asesinaron a centenares de campesinos y nativos de la sierra y la selva. Ametrallaron y bombardearon con explosivos Napalm, en forma indiscriminada, poblados, comunidades y cultivos destruyendo y quemando todo.
Leamos el testimonio de Pedro Kintaro, nativo Asháninka de una pequeña comunidad indígena de la Amazonía peruana, recogido por los antropólogos Eduardo Fernández y Michael F. Brown en su libro “GUERRA DE SOMBRAS”. Ellos realizaron una acuciosa investigación sobre la presencia del guerrillero Guillermo Lobatón entre los Ashaninkas, en 1965:
“Se estremece recordando la visión de los cazabombarderos que braman por encima de la colina y se dirigían a su pueblo:
“¡Comienza a caer bomba! ¡Aviones! ¡Bombas! Los aviones eran negros. Sonaban como un silbido. Bien bajito volaban y soltaban sus bombas. Nosotros habíamos hecho huecos para escondernos. Ahí nos metimos. Sonaban las bombas. Fuego… Así habían dicho los sheripiaris: ‘Va a venir un poderoso. Nos va a llevar Tasórentsi. Va a venir fuego.’ Así había dicho.”
CAIDA DE GUERRILLEROS
Se conoce que el 2 de diciembre de 1965, medio año después de iniciada la acción guerrillera del MIR y habiéndose desplazado la columna armada de la sierra de Andamarca hacia la selva de Satipo, cayó el comandante Máximo Velando Gálvez, “Mamani”, segundo en el mando de la guerrilla Túpac Amaru. Fue un duro golpe para la guerrilla. Con él cayó también el experimentado líder campesino y guerrillero Juan Paucarcaja. Pocos días antes o después fueron entregando sus vidas los revolucionarios Pedro Pinillos, “Paúl”, Froilán Herrera “Ben Bella”. Antes, en los primeros meses habían sido asesinados Máximo lazo Orrego. Todos mandos intermedio de la guerrilla y miembros de la dirección regional del MIR en Junín.
En el mes de enero de 1966 cayó en combate el comandante Guillermo Lobatón Milla. No se ha podido precisar el día exacto de su muerte y esa información fue guardada en secreto por los militares. Así terminó la vida física de uno de los más destacados líderes de la izquierda revolucionaria latinoamericana.
¿QUIÉN FUE GUILLERMO LOBATÓN MILLA?
Guillermo era conocido dentro del MIR por sus seudónimos: “Malledo”, “Augusto” o “Salinas”. Este último tomado del apellido materno de su madre, doña Alejandrina Milla Salinas, natural de Ancash, quien se casó con un modesto trabajador: don Lino Lobatón Monteblanco, nacido en el puerto del Callao, afro-peruano, era un eficiente chofer de camión de transporte.
El matrimonio Lobatón Milla se estableció primero en el popular barrio de La Victoria donde nació la mayor parte de sus ocho hijos, cinco mujeres y tres hombres. Luego se trasladaron a la avenida Perú del distrito de Breña donde Guillermo pasó su niñez y juventud. De todos los hermanos Lobatón Milla, Guillermo fue el único que llegó a cursar estudios Superiores. Ingresó a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos para estudiar Letras y Filosofía, destacándose como un excelente alumno. En 1952 participó activamente como dirigente en una huelga estudiantil por lo que fue apresado por la dictadura militar de Odría. Enviado a la Isla Penal de El Frontón, después fue deportado a la Argentina. De ahí partió a Francia donde permaneció cerca de diez años. Se casó con la francesa Jaqueline Eluau. También vivió en Leipzig, Alemania Oriental, viajó a la Cuba de Fidel. Estuvo en otros países antes de retornar al Perú como dirigente nacional del MIR. Guillermo y Jaqueline tuvieron una hija, Marina Silvia, quien nació en Lima, en mayo de 1964, días antes que Guillermo se dirigiera a la sierra central para asumir el mando de la guerrilla Túpac Amaru.
Debido a su larga permanencia en el extranjero, Guillermo no era muy conocido dentro de la izquierda citadina, tampoco en otros círculos sociales. También, porque mantuvo siempre una actuación sumamente discreta, reservada. Por eso, cuando sorpresivamente se dio a conocer su destacado papel guerrillero, se despertó mucha curiosidad por su persona. Se llegaron a difundir datos personales, algunos ajustados a la verdad y otros exagerados y fantasiosos. Así, por ejemplo, en el diario Correo de Huancayo se lo describe de la siguiente manera:
“Un recio hombre moreno que habla siete idiomas y ha viajado por medio mundo… Hombre culto, estudió en San marcos filosofía durante seis años. En la Sorbona (París) estudió ciencias políticas y en la Universidad de Leipzig (Alemania Oriental) economía política… frutos de esos viajes es su total dominio del inglés, francés, hebreo, portugués, italiano y español. Y su deporte favorito es el esquí, en Francia practicó en el Monte Blanco, el pico más alto de Europa. En Lima era futbolista destacado como delantero del club “Lloque Yupanqui” del barrio de Jesús María.” En la guerrilla misma, los nativos Asháninkas, que se le unieron, de acuerdo a las investigaciones de los antropólogos Fernández y Brown, ya citados, lo consideraron como un mesías, hijo del Sol, enviado para salvarlos de todos los infortunios que padecían.
Así empieza a tejerse la leyenda, el mito de un personaje que ya es parte de la historia de nuestro pueblo pero que las clases dominantes tratan de ocultar, de ignorar.
MIR: EJEMPLO HISTÓRICO
Es verdad que la gesta de los guerrilleros del MIR del año 65 fue militarmente derrotada. La ultra derecha batió palmas y se sintió tranquila disfrutando de sus privilegios. Pero la alegría les duró muy poco. Tres años después, el 3 de octubre de 1968, los mismos militares que combatieron a los guerrilleros, dieron un golpe de estado, depusieron al Presidente Belaunde, cerraron el Parlamento dominado por apristas y odriistas y llegó a la Presidencia de la República el general Juan Velasco Alvarado. El gobierno militar aplicó en el país profundos cambios estructurales como la Reforma Agraria, la nacionalización del petróleo y otros recursos naturales. También expulsó a las misiones de los Estados Unidos y restableció relaciones diplomáticas con Cuba y todos los países socialistas.
Nadie puede negar que esas y otras medidas, recogidas por los militares nacionalistas, fueron propuestas programáticas levantadas por el MIR. Por esas banderas, muchos dirigentes y militantes entregaron sus valiosas vidas.
De esta manera, ese heroico sacrificio, se convirtió en victoria. Después del general Velasco, vino un retroceso funesto para el Perú. Pero esa es otra historia. Lo importante es que nuevas generaciones de luchadores sociales, recogiendo lo mejor de anteriores experiencias y de acuerdo a nuevas condiciones, siguen en la brega contra la opresión y por construir una patria libre de injusticias dentro de un mundo mejor. La historia no se detiene.
Texto escrito en Lima en junio de 2015, a los 50 años del inicio de la lucha armada del MIR