«BUEN VIAJE», MALLKU

«Referente histórico de Bolivia, Felipe Quispe, el Mallku se forjó al calor de las luchas del Abya Yala».

Tuvimos la posibilidad de encontrarnos en La Paz en 2015 con el líder aymara Felipe Quispe para entrevistarlo. Nos habló de marxismo, corriente en la cual se formó. «Yo en 1963 y 1964 hice el servicio militar, 2 años. El suboficial del ejército nos repartía folletos sobre Marx, sobre el comunismo, y decían que iban a matar a todos. Entonces yo cuando salí conseguí el Manifiesto Comunista y vi que lo que contaban sobre Marx era mentira». Pero sobre todo nos habló de su mirada indianista y su lucha en defensa de los pueblos originarios, que caracterizó su pensamiento y acción política. «Volver a recuperar el Tawantinsuyo, a reconstruirlo. Para ello trabajo. La república nos dividió», afirmó.

Referente histórico de Bolivia, el Mallku se forjó al calor de las luchas revolucionarias del Abya Yala. Fundador del Movimiento Indígena Tupak Katari, en el exilio se unió la lucha internacionalista en organizaciones por la liberación nacional, como el Frente Farabundo Martí en El Salvador o el Ejército Guerrillero de los Pobres en Guatemala. Llevó la lucha guerrillera a Bolivia en los 90, mediante el Ejército Guerrillero Tupac Katari (EGTK), junto a figuras como Álvaro García Linera, de quien luego se distanció. «Se debía hacer la Revolución». En el año 92, producto de esta lucha es encarcelado. Durante el periodo de prisión, se graduó en Historia, lo que le permitiría posteriormente ejercer de profesor en la Universidad Pública de El Alto. El trabajo comunitario, indígena y campesino siguió siendo su ámbito natural de lucha. «La mejor forma de entrar en las comunidades era siendo dirigente sindical». Tras su salida de la cárcel en el 97, brilló al frente de organizaciones sindicales y campesinas como la CSUTCB. «Estaba el gobierno de Banzer. Este dictador tenía 2 brazos. Con uno negociaba con los medios y con otro aprobaba la ley en el parlamento. Yo decreté paro y cierre de carreteras». Era un mago de los bloqueos y la estrategia. Lo demostró liderando batallas históricas como la guerra del Gas en El Alto boliviano y colaborando en la caída de varios presidentes neoliberales. «El proyecto hídrico se detuvo. Después en Cochabamba hubo una guerra. Se ganaron tractores, un edificio en La Paz, una Universidad Indígena… En ese momento los ministros lloraban porque el dirigente no se vendía y ellos estaban acostumbrados a comprar dirigentes. Ellos firmaban por 3 meses, no cumplían y otra vez a la calle».

Con la llegada del gobierno de Evo en 2006, se situó en una postura crítica frente al proyecto, manteniendo sus posiciones revolucionarias e indianistas. «Esto no es socialismo, yo he conocido Cuba y el socialismo es otra cosa», afirmaba.

Recientemente, volvió a la batalla al frente de bloqueos en El Alto frente a la dictadura de Áñez, y se estaba candidateando a la gobernación de La Paz cuando un paro cardiaco -según ha explicado su familia- puso fin, a los 79 años, a su lucha y consecuencia. El Mallku. Figura imprescindible para analizar y entender la historia reciente y heróica de Bolivia y América Latina. Con él se va un tiempo de luchas extraordinario. Queda vivo su ejemplo.

Los peñi (hermanos) mapuche de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), nos hacen llegar el siguiente mensaje de homenaje a su persona, con unas palabras en mapudungun que traducidas al castellano dicen así:

"Buen viaje amigo. Buen viaje hermano. Se va un gran revolucionario. Un indiano. Se juntará en el wenumapu con los grandes guerreros de nuestros pueblos originarios".