HOMENAJE A GENARO VÁZQUEZ EN CIUDAD DE MÉXICO
“Tenemos el deber de conocer lo que está sucediendo hoy en México pero a partir de su propia historia, a partir del conocimiento de quienes han intentado transformar la realidad «
Enrique González Ruíz
El 2 de febrero de 1972 fallece en Morelia, Michoacán, México, en circunstancias extrañas, el comandante Genaro Vázquez Rojas, referente de una de las guerrillas mexicanas gestadas durante el calor revolucionario que se vivía en la región latinoamericana en las décadas de los 60 y 70, en la lucha por la superación de la explotación y la miseria a la que estaban sometidas las grandes mayorías. A día de hoy, las razones de su desaparición física no están claras. En la página web Memoria Política de México, leemos:
“A fines de enero de 1972, la Dirección Federal de Seguridad, al mando de Fernando Gutiérrez Barrios, detendrá a la esposa de Genaro Vázquez, con la pretensión de obligarlo a entregarse a las autoridades. El 2 de febrero siguiente, el rebelde perecerá en un accidente automovilístico a 20 kilómetros de Morelia, Michoacán, cuando viajaba en compañía de José Bracho Campos y Salvador Flores Bello, así como de dos maestras de la sierra de Atoyac de Álvarez, Guerrero. El ejército, no la policía de caminos, se encargará inmediatamente del accidente. No se permitirán fotos del suceso. Según la Enciclopedia de México: "No se ha aclarado del todo la muerte de Vázquez Rojas. La versión más difundida asegura que murió en un hospital de Morelia, a donde se le condujo luego de un accidente automovilístico ocurrido en el kilómetro 226 de la carretera México-Morelia. Algunos periodistas e investigadores han afirmado que un grupo paramilitar lo emboscó y asesinó". La versión oficial fue que murió en el Hospital Civil de Morelia por fractura en el cráneo debida a la contusión sufrida en el accidente, pero quienes viajaban con él aseguran que sus lesiones no eran de gravedad y probablemente los soldados, al conocer su identidad, lo asesinaran ahí mismo de un culatazo o intencionalmente lo dejaran morir al impedir su atención médica”.
A 48 años de su siembra, este 2 de febrero de 2020 el Comité Organizador del Premio Nacional Carlos Montemayor celebró un homenaje al guerrillero en el Museo de la Ciudad de México al cual Vocesenlucha pudo asistir.
El conversatorio fue conducido por David Cilia Olmos, coordinador del Comité, quien caracterizó a Genaro Vázquez como Héroe Nacional de México. “Uno de los derechos humanos que más se violan en este país es el de conocer la verdad, de conocer nuestra propia historia, nuestros propios héroes”. Cilia se refirió a los dos libros que se presentaron en este día: México: pensamiento y acción para su transformación. La ACG y la ACNR con Genaro Vázquez, una recopilación de varios autores coordinado por Demóstenes Lozano, y Genaro Vázquez y el movimiento social, 1960-1963, de Pavel Alejandro Castañeda Hernández.
En la mesa acompañaron a David la esposa de Genaro, Consuelo Solís “yo nunca digo que soy la viuda de Genaro, soy la esposa de Genaro porque él está cabalgando las montañas”, junto a un nutrido grupo de excombatientes y defensores de la libertad y los derechos del pueblo mexicano.
El Doctor Enrique González Ruíz, experto en derecho, exrector de la Universidad Autónoma de Guerrero y defensor de familiares de desaparecidos políticos de los años 70 y 80 durante la llamada “guerra sucia”, resaltó la raíz mexicana de la rebelión que inició Genaro en Guerrero. Más allá de los referentes del pensamiento y la lucha latinoamericana, Genaro “buscó siempre basarse en personajes históricos mexicanos. La mexicanidad fue el signo distintivo de esta gesta. No fue una acción aventurera o una mera ocurrencia, sino un trabajo muy sistemático. Comenzó con sectores campesinos con la Liga Agraria Revolucionaria, muy zapatista, y luego también con grupos de trabajadores como los maestros”. Genaro fue un estricto “defensor de los principios de la Constitución de 1917. La conocía bien y manejaba con soltura sus bases y principios. Consideraba a Zapata y Villa como sus principales actores y su trabajo de reflexión política giró en torno a ellos”.
“Tenemos el deber de conocer lo que está sucediendo hoy en México pero a partir de su propia historia, a partir del conocimiento de quienes han intentado transformar la realidad. Le debemos todo lo que somos a personajes como Genaro Vázquez, por lo que su conocimiento es importante para la formación de niños y jóvenes”, concluyó.
José Bracho, excombatiente, inició su plática con una divertida anécdota. Una compañera le dijo “antes de irte a la montaña, revísate la muela. Una vez que me revisé la muela, dijo: ya estás listo para irte con Genaro”. Bracho describió cómo desde el movimiento cívico que precedió a la guerrilla, la Asociación Cívica Guerrerense (ACG), donde convergía el movimiento estudiantil del que Genaro era un referente, tenía un programa de lucha con 7 puntos. “Cuando nos convertimos en Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (ACNR), teníamos relación con los compañeros de Guatemala, y ellos decían que había que tener un programa. Nos reunimos en la montaña los miembros de la dirección política y con Genaro al frente se presentaron 4 puntos:
- Derrocar a la oligarquía, los grandes terratenientes y latifundistas.
- Por un gobierno de coalición popular donde concurrieran intelectuales, campesinos, obreros, amas de casa,… Un gobierno del pueblo.
- Por la libertad política y económica del país, porque dependíamos de la nación norteamericana.
- Lograr un nuevo orden de cosas donde no exista la explotación en la sociedad”.
Demóstenes Lozano no pudo asistir al encuentro y envió un sentido mensaje de audio desde Cuba, destacando que en Genaro y la lucha de la ACNR, “los ideales y principios, su programa de lucha, estaba inspirado en los trabajadores y el pueblo mexicano. El pensamiento libertador mexicano se combinó con el pensamiento crítico marxista. El quehacer teórico práctico comienza en los años 60 por alcanzar la liberación nacional, una nueva democracia y el socialismo en México”.
La Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas, en nombre de las Escuelas Normales Rurales, de las cuales también salió Genaro, manifestó a través de uno de sus integrantes de Chiapas que “el fusil metafórico que nos dejó es la crítica social, el pensamiento de Genaro y Lucio. Mientras la pobreza exista, las normales rurales tendrán razón de ser y seguirán existiendo”. El colectivo denunció la política de hostigamiento que sufren las normales rurales, donde el caso más emblemático fue la desaparición de los 43 de Ayotzinapa.
Enrique Téllez, quien también fue parte de la ACNR, afirmó que “Genaro no murió, sigue haciendo historia. Sigue presente”, e hizo un repaso histórico del nacimiento de la lucha cívica en Guerrero de la ACG, nacida a fines de 1959, y de la situación política en el año 63, cuando tras las participación en las elecciones a nivel municipal, se desencadena una trampa oficialista en contra de los triunfos electorales de la ACG. Agotada esa vía, se empieza a pensar en la lucha armada, “cuando se ve el golpeo del gobierno sobre la organización”. El germen, la semilla de la ACNR ya como organización nacional, está en esos años de la ACG. La lucha armada, cuando se organiza, proviene fundamentalmente de toda una lucha popular, democrática, de masas. No es lo que en muchas partes de América Latina se llamó el foquismo”. ¿Qué forma debe tener la lucha? ¿Cuál debe ser el carácter de la revolución?, se preguntaban. Téllez quiso destacar que Genaro luchó por “la Revolución Nacional Mexicana y por la Patria Socialista”.
El escritor e investigador Pavel Castañeda caracterizó a la lucha de los 60 y 70 como “una lucha popular de grandes grupos. Campesinos organizados, productores, estudiantes normales, profesores organizados,… Genaro empezó en las luchas estudiantiles a mediados de los 50, luego fue profesor y se integró en las luchas cívicas. Participó mucho más tiempo en las luchas democráticas abiertas que en la lucha clandestina armada. Llegó ahí luego de haber transitado por todas las formas de lucha abiertas y democráticas. La toma de las armas se convierte en un medio de legítima defensa cuando ya las otras opciones no están a la vista. Eso pasa en Michoacán, de donde yo soy, donde la gente toma las armas para defenderse del crimen organizado. Toman esa opción porque no ven otra. Esto se va a seguir repitiendo mientras el Estado de Derecho no sea pleno en nuestro país».
Consuelo Solís, compañera de Genaro, afirmó que “él amaba a Guerrero, a los indígenas, a los desposeídos. Agotó todos los caminos legales, con la constitución en la mano. Sin embargo, a los campesinos les robaban sus tierras. Luchó `por la libertad de México, por una Patria nueva o morir por ella´, y fue consecuente hasta el final”.
Amenizaron musicalmente el evento con sendas interpretaciones los cantores populares Sebastiano y Alejandro Ávila. Éste interpretó un tema de José Molina, “Canto por Genaro”. Con un pedacito de este regalo poético y musical cerramos esta crónica de un homenaje a la memoria, la lucha por la libertad y la insurgencia en México.
Las playas de Costa Grande,
te recuerdan con amor,
cuando de niño, jugabas,
silbando tu caracol,
después silbó la metralla,
y entregaste el corazón.
Rezan las Leyes Cristianas,
que los hombres polvo son,
no ha de convertirse en polvo,
un hombre de tu valor,
pólvora habrá de volverse,
que encienda la rebelión.
Excelente reportaje