Luciérnagas escondidas a lo lejos Cerca, ni el brazo ni el pecho de la ropa tienen cuerpo No se ve, pero los perros ladran tendidos… Enlatados los tejados conservan el tiempo Bogotá llora sin llover, alborotada, de hambre Y los Cerros Orientales armados de árboles y neblina Imponen su No Pasarán
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