«Todos esos años de guerra civil salvadoreña fueron años de terror dirigidos desde la oficina de la embajada Venezolana en San Salvador de la mano de Edmundo González Urrutia»

1 de agosto de 2024

Edmundo González Urrutia, cuenta con un pasado sanguinario en la guerra civil salvadoreña en la década de los 80.

Edmundo González fue captado por parte de la CIA para que construyera grupos paramilitares y escuadrones de la muerte, desde su posición de funcionario de la embajada Venezolana, en San Salvador. Cuando Leopoldo Castillo era embajador de Venezuela en ese país, desde esa Embajada se desataron escuadrones de la muerte en contra de religiosos, niños y dirigentes sociales.

El candidato de la ultraderecha internacional y hombre de entera confianza de los EEUU participó con financiamiento y logística en la creación del BATALLÓN ATLACATL DE LAS FUERZAS ARMADAS SALVADOREÑAS y de todos los GRUPOS PARAMILITARES sanguinarios, despiadados, en contra de la población salvadoreña.

Edmundo González Urrutia participó en la masacre de civiles inocentes, montó una persecución contra maestros y líderes comunitarios hasta llegar al asesinato.

Los medios corporativos de la ultraderecha internacional guiados desde el imperialismo Norteamericano, buscan esconder los crímenes de lesa humanidad; tales como el asesinato de la comunidad del Mozote, durante operativos de contrainsurgencia realizados por el batallón Atlactl los días: 9,10,11,y 12 de diciembre de 1981 en los cantones (ALDEAS) del Mozote, La Joya, Los Toriles, La Ranchería, Caserío el Jocote Amarillo, en el norte del departamento de Morazan, con un número de víctimas de más de 900 personas. Entre las víctimas había niños, ancianos, amas de casa, la mayoría campesinos de esas comunidades.

El 24 de marzo de 1980 esos mismos francotiradores asesinaron a Monseñor Óscar Arnulfo Romero cuando oficiaba una misa en la pequeña capilla del hospital del cáncer DIVINA PROVINCIA en San Salvador.

Todos esos años de guerra civil salvadoreña fueron años de terror dirigidos desde la oficina de la embajada Venezolana en San Salvador de la mano de Edmundo González Urrutia.

El 16 de noviembre de 1989 el mundo se estremeció con la noticia, escuadrones de la muerte y grupos paramilitares entraron al CAMPUS DE LA UNIVERSIDAD (UCA) para asesinar 6 sacerdotes de la compañía de Jesús y dos empleadas domésticas, todos ellos fueron obligados a colocarse boca abajo para asesinarlos brutalmente.

Ese es el candidato Edmundo González Urrutia, un criminal de la CIA al que hoy la prensa internacional de la derecha podrida lo muestra como un «paladín de la democracia y defensor del pueblo Venezolano’ pero en el fondo no es más qué un mercenario al servicio de los Estados Unidos.