HÉCTOR LLAITUL HABLA DESDE LA PRISIÓN SOBRE LOS TESTIGOS SIN ROSTRO

«En mi caso, la utilización de los testigos sin rostro es una maniobra política clara, facultada desde arriba, con el fin de poner candados jurídicos al pensamiento del movimiento mapuche autonomista y revolucionario. Por eso se me aplica la ley de seguridad interior del Estado» (Héctor Llaitul)

29 de abril de 2023 | Fuente: Werken Noticias

En exclusivo, tras una visita al preso político Mapuche y vocero histórico de la CAM, Héctor Llaitul en el CCP – BIO BIO, mediante una carta, nos entregó una impresión sobre la preparación de juicio en su contra. Nos habla sobre el rol de los testigos protegidos y cómo el gobierno y las empresas privadas se están articulando para llevarlo a juicio en los próximos meses.

Ofensiva neofascista en contra de la causa mapuche. Sobre los testigos sin rostro.

El proceso penal en mi contra es una muestra más de la persecución y criminalización de la causa mapuche, proceso que ahora se encuentra suspendido porque la Corte de Apelaciones de Temuco acogió una orden de no innovar que solicitó la fiscalía para poner freno a lo que determinó la jueza de garantía, al ordenar que se diera a conocer la identidad de los testigos protegidos, orden de no innovar que se encuentra enmarcada en un recurso de protección presentado por el Ministerio Público para supuestamente “resguardar” a los denominados “testigos sin rostro”. Para nosotros esta es una jugada por parte de los órganos persecutores del Estado chileno, quienes por lo demás están bajo presión del poder político y empresarial, razón por la cual acuden a esta acción constitucional que por lo demás carece de fundamento, ya que en ningún caso se sustenta en situaciones fácticas concretas y reales.

Por lo anterior, es que hacemos un llamado a manifestarse contra esta maniobra tendenciosa, porque no solamente contraviene el debido proceso y no permite una justa defensa, sino porque los testigos protegidos pueden ser parte de una estrategia sucia del gobierno y de nuestros enemigos históricos, quienes acostumbran a utilizar el montaje para encarcelar a nuestros militantes. ¿Quién asegura la calidad e imparcialidad de los testigos protegidos? ¿Quién garantiza la objetividad de sus testimonios? ¿Cómo podemos hablar de certeza jurídica para el mapuche, si cuando es juzgado, las reglas no son las mismas que para el resto de la población? Estas preguntas son relevantes toda vez que en un escenario de conflicto histórico, estos testigos pueden estar operando bajo intereses que durante décadas nos han intentado reprimir y eliminar como organización. Hemos visto cómo latifundistas, empresarios forestales y agentes del Estado y sus órganos judiciales y coercitivos, trabajan en conjunto para arrinconar a la militancia e ideas del movimiento mapuche autonomista. Sin ir más lejos, los antecedentes que hace valer el Ministerio Público dan cuenta que el abogado de la Forestal Bosques Cautín es quien oficia de “vocero” de 4 de los 5 testigos protegidos.

Es en este contexto que nosotros creemos que resulta fundamental denunciar la situación de abuso judicial y político que vivimos, para que se genere un debate respecto de la utilización de testigos sin rostro, ya que constituyen una zona gris de una normativa de excepción facilitada por marcos jurídicos como la Ley Antiterrorista y la Ley de Drogas, las cuales no están siendo aplicadas en mi caso. Es decir, en mi caso, la utilización de los testigos sin rostro es una maniobra política clara, facultada desde arriba, con el fin de poner candados jurídicos al pensamiento del movimiento mapuche autonomista y revolucionario. Por eso se me aplica la ley de seguridad interior del Estado.

Un testigo que no entrega su identidad entra en un margen dudoso para el debido proceso, más si es en un marco de conflicto político. Chile ya ha sido condenado por el uso indebido de este tipo de prueba. Así lo demuestra su experiencia ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, quien ha sido crítica y tajante con el Estado de Chile y sus juzgados por la utilización injusta de este mecanismo de prueba (caso Pichun y otros). Sin embargo, pese a los fallos en su contra, la justicia chilena vuelve a insistir y así demuestra no solo la flaqueza en su estrategia jurídica y la poca objetividad técnica de los órganos judiciales, sino su trato discriminatorio y racista contra los mapuche que luchamos por territorio y autonomía.

La utilización de testigos protegidos no solo se enmarca en la persecución penal que hoy vive el movimiento mapuche autonomista, sino también es parte de una estrategia de contrainsurgencia política y empresarial que pretende reimpulsar y consolidar la nueva doctrina de la seguridad nacional, incluso bajo un gobierno que se jacta de ser garantista con los derechos humanos y progresista en otras materias. Finalmente, es un gobierno que instala la figura del enemigo interno para establecer una plataforma represiva para perseguir a quienes desestabilizan sus intereses y los de la clase empresarial.

Héctor Llaitul Carrillanca