DESHUMANIZAR LA HUMANIDAD

Por Jairo Fuentes

Desde la cárcel La Dorada, en Colombia, el prisionero político Jairo Fuentes nos envía un diálogo a modo socrático que estimula la reflexión.

  • – Esto es inhumano.
  • – ¿A qué se refiere? ¿Qué es lo que le parece inhumano?
  • – La cárcel, compañero; pero, sobre todo, las condenas tan largas. Deberían existir otro tipo de castigos, como trabajar, por ejemplo.
  • – Los trabajos forzados, compañero, fueron proscritos precisamente porque se consideraron inhumanos.
  • – Los forzados. Sin embargo, si yo quiero trabajar ¿por qué no me lo permiten?
  • – En eso estamos de acuerdo; debería permitírsele trabajar a quien quisiera. Sin embargo, el estudio y el trabajo sólo están contemplados como terapia de resocialización y redención de pena.
  • – Así es la cosa compañero; esto debería ser considerado otra forma de tortura.
  • – Que también está considerada inhumana, lo mismo que los malos tratos y degradantes.
  • – Pero ¿qué más degradante que llegar a perder el nombre? Aquí uno ya pasa a ser un número.
  • – El derecho al patronímico; es decir, el derecho a tener un nombre, que también está establecido en la ley.
  • – Y que aquí no se respeta, porque lo llaman a uno es por el TD*
  • – Sí. Lo más preocupante del asunto es que los mismos presos ya nos acostumbramos a eso. Pero, dígame, fuera de la cárcel y todas sus consecuencias, ¿qué más considera usted inhumano?
  • – Bueno, ya hemos dicho la tortura. Además, estarían el hambre, la miseria, el despojo, las guerras de conquista…
  • – Bien. La lista sería larga ¿cierto?
  • – Sí claro.
  • – Ahora dígame compañero, ¿quién inventó todo eso? La cárcel, la tortura, las guerras con todas sus consecuencias. ¿Quiénes son los causantes del hambre, la miseria, el despojo…?
  • – Los poderosos, los imperios.
  • – Y los poderosos y los imperios ¿son humanos?
  • – Claro.
  • – ¿Se sabe de alguna otra especie que haya constituido ejércitos para conquistar territorios?
  • – No. Algunos animales, no sé si todos, son territoriales, pero defienden su territorio solos o cuando mucho con la manada, la bandada, el cardumen…
  • – Y mucho menos han inventado armas para la guerra.
  • – Desde luego que no.
  • – ¿Conocemos a alguna otra especie que haga prisioneros a sus semejantes y los encierre en jaulas?
  • – A no ser las hormigas que secuestran los huevos de otros hormigueros, para que cuando las otras nazcan sean sus trabajadoras, no.
  • – Bueno, esclavas, le he escuchado decir a algunos expertos en el tema. Pero, entre otras cosas, el secuestro y la esclavitud son términos humanos.
  • – Desde luego.
  • – Entonces, ¿las hormigas lo hacen por instinto y no para castigar al otro hormiguero, ni para tomar venganza?
  • – Así parece que es.
  • – Sigamos, ¿sabemos de alguna otra especie que torture a sus semejantes o a los de otra especie?
  • – Bueno, hay gatos que juegan con el ratón antes de comérselo; pero también lo hacen por instinto, no como castigo, ni venganza, y mucho menos para obtener una confesión.
  • – Ahora bien, ¿sabemos de alguna otra especie que acumule desmedidamente riqueza aún a sabiendas de que sus semejantes se queden en la miseria o se mueran de hambre?
  • – No. Sólo el ser humano hace eso.
  • – Entonces, ¿qué es lo que nos parece inhumano?
  • – Todo lo que ya hemos dicho.
  • – Sin embargo, detengámonos en una cuestión, ¿qué significa inhumano?
  • – Bueno, el prefijo ‘in’ significa negación: no, sin, ausencia, falta de.
  • – Correcto. Entonces «inhumano», vendría a ser: no humano, sin humano, ausencia de humano, falta de humano.
  • – De acuerdo.
  • – Sin embargo, hemos dicho también, que en todo lo que hemos enumerado de «inhumano», siempre está presente lo humano.
  • – Y que todas esas cosas «inhumanas» son exclusivas de los humanos.
  • – Entonces nada de eso sería «inhumano», sino totalmente humano, puesto que son sólo los humanos quienes lo hacen.
  • – Así es compañero.
  • – Por ende, el problema no sería la «inhumanidad» sino la «humanidad».
  • – Por lo tanto, habría de «deshumanizar» la humanidad, en vez de pretender hacer aparecer lo excesivamente humano como «inhumano».
  • – Empero, habría que pensar en «deshumanizarla» parcialmente en todo y en cuanto hemos considerado, de una u otra forma, dañino y perjudicial.
  • – Tiene razón compañero: porque también hay muchas cosas humanas que habría que conservar, como la amistad, el amor, la solidaridad, el arte, la ciencia, la tecnología…
  • – Algunas de las cuales sí compartimos con otras especies, pero en las cuales sugiero no detenernos por ahora, para que tengamos la posibilidad de otro diálogo, y por hoy podamos compartir un café.
  • – Perfecto.
  • – Sin embargo, dejemos una conclusión provisional, ¿le parece compañero?
  • – Me parece.
  • – En resumen, lo más «humano» de la humanidad es lo que la misma ha llegado a considerar «inhumano», y en consecuencia, no habría que humanizar a quienes lo hacen sino «deshumanizarlos» un poquitico, como dice la asistente del profesor super O** al bajar los índices de ignorancia respecto al uso correcto del idioma español.
  • – Apoyo esa conclusión compañero.
  • – ¿Cuántas de azúcar?
  • – Una, gracias.
  • – Yo lo prefiero sin azúcar.
  • – Salud compañero.
  • – ¡Por la «deshumanización» de la humanidad en todo lo que se considera «inhumano», con la esperanza de que en algún tiempo seamos menos crueles!

* Tarjeta Decadactilar.
** Programa de dibujos animados de los canales públicos de la televisión colombiana, que hacen podagogia sobre el buen uso del idioma.