
LLAMADO DEL COLECTIVO SOLIDARIDAD INTERNACIONALISTA CON LA LUCHA MAPUCHE AUTONOMISTA
Por Solidaridad Internacionalista con la Lucha Mapuche Autonomista
«Invitamos a los colectivos y organizaciones a articularnos y denunciar con valentía a quienes legitiman un sistema cruel, que cuantifica el valor de las personas de acuerdo a su condición político social, su religión y cosmovisión.»
27 de octubre de 2025
Desde la Solidaridad Internacionalista con la Lucha Mapuche Autonomista saludamos y aprovechamos la ocasión para presentarnos y explicar nuestra militancia y compromiso.
Somos un colectivo que solidariza con la autodeterminación y derecho a la rebelión de los pueblos. Defendemos la soberanía y la recuperación territorial. Todo ello desde una mirada anticapitalista y anticolonial.
Nuestro propósito es visibilizar el conflicto político de Chile y Argentina frente al Wallmapu, entendiendo que la militarización del territorio mapuche es una estrategia de despojo y usurpación. Una guerra de baja intensidad, que protege los intereses de las grandes empresas forestales, agrícolas y energéticas bajo el argumento de mantener «la seguridad y el orden público» mientras se justifica la prisión política, la criminalización y la represión del pueblo originario mapuche estigmatizado y deshumanizado por los medios de desinformación hegemónicos.
Conocer la historia del pueblo originario mapuche, desde su lucha contra los imperios inca y español hasta nuestros días y su propuesta de liberación nacional, permite solidarizar con su causa y aunar fuerzas que puedan detener la sistemática violación de sus derechos fundamentales.
Recordemos que España reconoció su soberanía desde el río Bio Bio hasta el sur. A finales del siglo XIX los ejércitos chileno y argentino llevaron a cabo una campaña militar genocida que acabó con la usurpación de su territorio y asesinatos en masa, la semi-esclavitud de su gente y su independencia como pueblo. Sin embargo, han sabido mantener su cosmovisión a través de procesos de recuperación territorial y reconstrucción política, cultural y espiritual a lo largo del gobierno de Allende, la dictadura de Pinochet y los distintos gobiernos anti-mapuche postdictadura.
En la actualidad, el Pueblo Mapuche es un pueblo vivo, de dos millones y medio de personas con cultura y lengua propias -el mapudungun-, en resistencia frente a un gobierno represivo que acumula más de cien presos políticos mapuche aplicando el «Derecho Penal del Enemigo», como se refleja en los siguientes casos del Gulumapu donde el Estado es incapaz de respetar su propia legalidad jurídica:
Caso José Arzola y Dagoberto Queipul (detenido con 16 años), condenados a 51 años + 11 años (prisión perpetua calificada) y +10 años (la pena máxima prevista por la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente) respectivamente, después de un proceso cargado de inconsistencia e irregularidades. Hoy ambos en huelga de hambre desde agosto en reclamo de un juicio justo que se les sigue negando tras ser rechazado el recurso de nulidad. Su estado de salud es crítico y se encuentran hospitalizados en el Hospital Intercultural de Nueva Imperial, donde Dagoberto ha sufrido una bradicardia (frecuencia cardiaca muy lenta) y ha sido trasladado a la UCI.
Caso Quilleco – José Lienqueo, Oscar Cañupan, Roberto Garling, Bastián Llaitul y Axel Campos. El juicio fue aplazado arbitariamente para febrero de 2026, fecha que supera el límite legal de dos años de prisión preventiva. Restricción de participación de familiares y autoridades tradicionales mapuche, (vulnerando el derecho a un juicio público y culturalmente pertinente). Negación de presencialidad (a pesar de que es un derecho garantizado por la Constitución chilena y el Convenio 169 de la OIT). Sostuvieron una huelga de hambre líquida desde el 8 de septiembre hasta el 10 de octubre, para denunciar las irregularidades en el proceso judicial.
Caso Lautaro – Juan Mardones, Pelentaro Llaitul, Jorge Caniupil y Luis Mardones. Tres años de prisión preventiva. El juicio iniciará en noviembre y el ministerio público solicita penas de 70 años de cárcel amparándose en acusaciones de testigos secretos. Las audiencias han sido realizadas de forma remota (sin acceso a interactuar con sus abogados, siendo limitado su derecho a la defensa durante todo el proceso judicial), ante un Tribunal Oral conformado por jueces parciales, sesgados y antimapuche.
La situación en el Puelmapu mantiene esta línea de persecución y criminalización. Estos días La Gremial de Abogados y Abogadas de la República Argentina denunciaba que hay una “injerencia del poder político en los procesos judiciales” ante la negativa del Ministerio de Seguridad de la Nación de trasladar a la Unidad 14 de Esquel de mediana seguridad a Facundo Jones Huala -detenido el pasado mes de junio por delito de opinión tras la presentación de su libro Entre Rejas, Antipoesía Incendiaria y encarcelado bajo máxima seguridad en la Unidad 6 de Rawson-. En consecuencia, el Juez deniega el traslado a expensas de la evaluación de la conducta del prisionero por parte del Consejo Correccional.
Por estas y otras violaciones no menores hacemos un llamado urgente a la Solidaridad Internacional para acompañar a un pueblo digno, en resistencia contra la ocupación y el extractivismo. Invitamos a los colectivos y organizaciones a articularnos y denunciar con valentía a quienes legitiman un sistema cruel, que cuantifica el valor de las personas de acuerdo a su condición político social, su religión y cosmovisión. No permitamos la deriva deshumanizadora del mundo capitalista. Revitalicemos el tejido comunitario frente al individualismo. Que los pueblos no tengan que ser masacrados para elevar nuestras voces.
¡Los pueblos en rebelión escriben la historia! Amulepe tain weichan (que la lucha continúe)





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