ENTRE BOLÍVARES Y ESPERANZAS

Por Vocesenlucha

«Hoy, mi pueblo -en su mayoría- cree ser libre sin recaer en las cadenas que lo condenan a vender su fuerza de trabajo por necesidad y sin alternativa».

Valera, Estado Trujillo | 25 de junio de 2023

Llegamos a tierras bolivarianas hace ya un mes exacto. Caracas, Barquisimeto, Sanare, Villanueva, Boconó y hoy Valera, la ciudad de las siete colinas. La ciudad en la que hasta el día de hoy seguimos sin saber movernos. “No es tan difícil”, dicen los oriundos de la zona, “nada que ver con Barquisimeto, ¡eso sí que es grande! y no digamos la caótica Caracas”, nosotros, en cambio, no sabríamos llegar ni a la terminal de buses sin Esperanza, que es el nombre con el que los compañeros y compañeras han bautizado al carro que les moviliza de acá para allá y de allá para acá. Esperanza les cuida y cuida a cuantos llegamos, también posibilita estirar tiempo y compartires. Sin embargo, es posible que caminar sea un canal de conocimiento insustituible, hermano de ese aprender haciendo. Es por eso que nuestra intención en esta ocasión es que esto pueda resolverse, liberando a los compañeros de quehaceres. Por lo pronto, Esperanza nos lleva de acá para allá y de allá para acá.

Ayer sábado 24 de junio, festividad nacional que recuerda la victoria de la batalla de Carabobo frente al ejército realista, acompañamos al legislador y compañero de la CORENATs Jesús Parra junto a una delegación de niños, niñas y adolescentes del grupo de base CULTINATS a la Plaza de los Tratados situada en un cruce de caminos a la entrada de la ciudad de Trujillo. Lugar emblemático donde pueden verse las esculturas de los generales Simón Bolívar y Pablo Morillo fruto de su encuentro un 27 de noviembre de 1820. Junto a la gente y las autoridades del municipio y del Estado escuchamos una parte resumida de la historia de este pueblo heroico que acompañó a Bolívar en la lucha por la Independencia. No fue nada fácil semejante causa libertadora, pero ¿qué hizo posible la victoria de Carabobo en tan solo siete meses? El profesor Ubaldo García, historiador nacido en Táchira en 1958, hoy vecino de la ciudad de Boconó, en su libro De Santa Ana a Carabobo. El día a día de una estrategia prodigisiosa, publicado por el fondo editorial Arturo Cardozo, da algunas pistas y cuenta con mayor profundidad los vericuetos de este inolvidable capítulo.

Atenta, mientras la silla buscaba la sombra que al movimiento del sol nos abandonaba, escuché a los participantes. En un momento del acto volteé la cara para compartir con Raúl un pensamiento que emergía de las profundidades ancestrales.

-¿No te parece que el triunfo de Simón Bolívar y los ejércitos independentistas que lo acompañaron fue una liberación también para el pueblo castellano?

Raúl sonrió y asintió con la cabeza para decir con la boca:

De alguna manera es posible que así fuera

¡Cuánto nos queda para liberarnos del yugo de la corona que las luchas dinásticas de la península nos impusieron! Esas luchas nunca fueron las nuestras, las de los pueblos, las de los millones de corazones que heredaron la vida y la dominación en alguna de sus formas, incluidas las más sutiles y por tanto también las más capciosas. Hoy, mi pueblo -en su mayoría- cree ser libre sin recaer en las cadenas que lo condenan a vender su fuerza de trabajo por necesidad y sin alternativa. La vida esclavizada del siglo XXI, si bien es cierto que difiere de la brutalidad que durante siglos permitió el secuestro y el maltrato de miles de millones de seres humanos, es una deriva de esta, disimulada por la modernidad y olvidada en tiempos automodernos.

El debate sobre la monarquía no es una cuestión de forma, no es algo que pueda ni deba aplazarse, es una deuda heredada que requiere ser revisada de inmediato para realmente poder ejercer el derecho a la libertad y a la democracia. Quienes prometen un cambio deben llevar la República como una de sus principales banderas, de lo contrario serán tildadas de oportunistas. No se podrán llevar a cabo cambios profundos, sustanciales y humanistas mientras persista el yugo que nos vuelve bueyes.