Durante nuestro recorrido y trabajo de campo en Ecuador en 2016, vivimos un proceso intenso de contradicciones y debates internos que no eran más que un reflejo de las contradicciones de un proceso entonces pilotado por Rafael Correa y que en los últimos tiempos, con la llegada de Lenin Moreno a la presidencia, ha derivado en una suerte de despropósito que unos califican de traición y otros de deriva lógica de un gobierno que hace rato tildan de reformista.

La conocida como «Revolución Ciudadana» y sus avances, límites y debilidades, constituye, como otros procesos, un parteaguas para la izquierda y las fuerzas de vocación transformadora, de horizonte revolucionario. Pero también, no se puede negar, supone logros democratizadores. En el caso de Ecuador, una nueva constitución donde lo indígena cobra protagonismo, la auditoría de la deuda externa o medidas sociales tendentes al mejoramiento del nivel de vida son algunos de esos innegables logros internos. Sin dejar de abanderar un proyecto de modernización desarrollista, lo cierto es que a nivel regional, Ecuador se sumó al bloque liderado por la Venezuela bolivariana para contar con instrumentos de integración y soberanía latinoamericana como el ALBA. Tan cierto como que el actual gobierno de Lenin Moreno ha boicoteado las pocas grietas emancipadoras que ese proceso había abierto, realidad que ejemplifica la retirada de Ecuador del ALBA en agosto de 2018.

Esta entrevista a René Ramírez Gallegos, Ministro de Educación Superior, Ciencia y Tecnología de Ecuador de 2011 a 2018, nos señala algunas líneas generales, en especial en lo tocante a educación, defendidas por el proyecto de la «Revolución Ciudadana», sin duda hoy boicoteado.

Entrevista realizada en Quito el 26 de julio de 2016