«INDEPENDENCIA O NADA». VENEZUELA SIEMPRE ESTARÁ AL LADO DE SUS HERMANOS SAHARAUIS
Por Sergio Rodríguez Gelfenstein
«No hay posiciones intermedias en esta causa. Este es un caso de colonialismo no resuelto».
La primera responsabilidad es de España que en los estertores del régimen franquista, abandonó el territorio que había sido su colonia, pactando su entrega a la monarquía alauita y permitiendo que Marruecos lo ocupara a pesar que desde tiempos ancestrales ha pertenecido al pueblo saharaui. Así, España se hizo de la “vista gorda” cuando en noviembre de 1975 Marruecos realizara la denominada “Marcha Verde” todavía en presencia del ejército español que ni la impidió ni la detuvo. Finalmente, el 14 de noviembre de ese mismo año se suscribieron los Acuerdos Tripartitos de Madrid, por los que España cedió la administración del territorio a Marruecos y Mauritania. Hasta hoy, los gobiernos de España en cumplimiento de los acuerdos entre las corruptas monarquías gobernantes de ambos países, no han movido un dedo para hacer cumplir la responsabilidad que le competía como potencia colonial.
La segunda responsabilidad es del régimen feudal de Marruecos que quiere hacer valer por la fuerza la ocupación ilegal de un territorio que no le pertenece, en detrimento de un pueblo que se ha dado un gobierno y que ocupa un territorio, con lo que cumple todos los atributos para ser reconocido como Estado. La monarquía marroquí burla cotidianamente el derecho internacional con el aval de la mal llamada comunidad internacional.
La tercera responsabilidad es de Francia, amparada en su derecho de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, sin poder abandonar su alma colonialista, ejerce todo tipo de acciones en apoyo de la monarquía marroquí.
La cuarta responsabilidad es de la Organización de Naciones Unidas y en particular de su Consejo de Seguridad que ha permanecido impasible ante el clamor de independencia y libertad del pueblo saharaui. 4 secretarios generales han pasado por el cargo (entre ellos dos africanos) sin que hayan mostrado el menor interés en solucionar el problema achicados por el temor que sienten ante la actitud de Francia y Estados Unidos que han dado irrestricto apoyo a Marruecos, principal aliado de Israel en la región. La República Árabe Saharaui Democrática (RASD) es un Estado ya reconocido por más de 80 países y por la Unión Africana.
De manera que no debe haber sorpresas, ni malos entendidos cuando después de 29 años de espera para la realización del referéndum acordado por la ONU con las partes en conflicto en 1991 y ante la violación del cese al fuego por parte de Marruecos, la RASD haya hecho suyo el inalienable derecho a la independencia a través de las armas, único recurso que parece entender la putrefacta monarquía reinante en Rabat.
Hace 200 años, nuestro Libertador Simón Bolívar ante la posibilidad de un armisticio con España en el marco de la guerra de independencia, asumió personalmente la organización y desarrollo de las negociaciones, pero no descuidó ni un minuto la continuidad de la guerra bajo el convencimiento que la única opción para los patriotas era: “Independencia o nada”.
Más recientemente, el Comandante Chávez nos señaló el camino de nuestra relación con el pueblo saharaui: «Tenemos que reclamar al mundo solidaridad y respeto por la independencia saharaui. Tenemos que ayudar a ese pueblo para que viva mejor cada día y para que logre su independencia plena». Así mismo, el 22 de septiembre de 2009 conversando con el estudiante saharaui Mohamed Saui que visitaba Venezuela le aseguró que: “Venezuela está y estará siempre con la causa de tu pueblo, con la causa de la liberación del pueblo saharaui”.
No hay posiciones intermedias en esta causa. Este es un caso de colonialismo no resuelto. La disyuntiva para el pueblo saharaui hoy, como la nuestra hace 200 años es clara: “Independencia o nada”. Venezuela siempre estará al lado de sus hermanos saharauis.