Ecuador es una tierra controvertida. Nuestro paso por allá en 2016 no fue fácil. La relación de los pueblos indígenas con un gobierno progresista como el de la llamada Revolución Ciudadana tuvo sus altibajos y sus momentos de quiebre. Si bien el movimiento indígena produjo levantamientos populares que posibilitaron la caída de gobiernos y la llegada en 2007 de Rafael Correa, así como el impulso de políticas transformadoras como la participación en la constituyente y la aprobación de la actual Constitución, la relación entre movimiento indígena y gobierno se fue tensando. El gobierno de Rafael Correa no fue nunca un gobierno revolucionario que tuviera un proyecto de transformación radical de las estructuras capitalistas, pero muchas de sus medidas de tendencia progresista significaron un revulsivo contra el monstruo, en especial a nivel de integración latinoamericana. Con la llegada del traidor Lenin Moreno, quien se plegó a los intereses de EEUU abandonando la tendencia progresista, todas las contradicciones implosionan hasta volverse pura coherencia. Coherencia afín al imperio.

Hoy el país vive de nuevo un levantamiento popular donde los pueblos indígenas vuelven a estar a la cabeza de la insurrección ante la aplicación de medidas neoliberales y el inminente paquetazo del gobierno reaccionario liderado por Lenin Moreno.

Fueron varios los pueblos indígenas a los cuales pudimos hacer un acercamiento en Ecuador. Recordamos a los Saraguro, los Shuar o los Salasaca. A nuestro paso por el sur de Ecuador nos topamos con el pueblo Saraguro y decidimos hacer algo que no solemos hacer. Sin ningún contacto previo, nos metimos a intentar profundizar en esa realidad. Y funcionó. Después de varias entrevistas, llegamos a la escuela comunitaria Inti Raimi, en la comunidad La Laguna, donde trabajaba Luisa Lozano, referente del pueblo Saraguro y actualmente dirigente de mujer y familia de la CONAIE, Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, organización que actualmente tiene un rol protagónico en la revuelta popular del Ecuador.

Compartimos unas palabras de esa entrevista a Luisa realizada en junio de 2016